Gracias CMAD por la crónica publicada en su web sobre Coquito Kid. Lo conocí por los años 80 del siglo pasado y me alegra muchísimo saber nuevamente de él. Lo recuerdo como un hombre noble, extremadamente sencillo, jocoso ocasionalmente, muy trabajador y una excelente intuición política. En una oportunidad elogié a alguien en su presencia y me ripostó que era muy fácil decirse revolucionario cuando se obtienen muchos beneficios materiales, como era el caso, pero lo realmente maravilloso es cuando quien dice serlo es un hombre humilde, lo entrega todo y no pide nada a cambio. Confieso que en aquel instante me sorprendió su reflexión, aunque era lógica. Unos años después, cuando el "asesinato del socialismo en Europa del Este y la antigua URSS", aquel "destacado revolucionario" renegó de todo y hasta su familia más allegada cayó ante los mimos y lisonjas de los yanquis. Fue aquella su manera de identificar la simulación en la conducta de alguien.
La crónica referida puede encontrarla en la web de CMAD Radio Artemisa con el título "Coquito Kid muy cerca del Moncada".
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