PACHICHI pa´qué tú estás?

Motivado por la colaboración de la amiga Vicky, que les compartí recientemente, me aventuré a explorar la red de redes en busca de la imagen prefabricada del bautense Pachichi,que pudieran estar reciclando los sitios hostiles a nuestro proceso político, y lo hallé particularmente en Diario de Cuba (DDC), que lo incluye en su nómina como “periodista independiente”, y de vez en vez lo presenta como víctima del “régimen”. El 26 de julio la redacción del DDC publica una denuncia del Pachichi por haber “tenido tres operativos de la policía política alrededor de su vivienda”, a partir deldía 13, abundando que el motivo está “relacionado con (su) intención de postular(se) ... tengo apoyo de las personas comunes en el barrio, no de los simpatizantes del Gobierno... Creo que sí tengo una probabilidad de ganar las elecciones en mi circunscripción". También colgaron un video con similar contenido. La propia redacción de DDC divulga otro artículo el 23.08 con el aparatoso título “Candidatos independientes de varias regiones denuncian amenazas, arrestos y presiones sobre su entorno”, en que recicla la denuncia de Pachichi, y adereza el ingrediente de que “el gobierno local ha intentado reclutar a jóvenes incondicionales para que compitan con él”. Con los créditos del intrépido Pachichi se publicaron dos materiales sobre el proceso electoral, ambos contentivos de entrevistas, uno el 18.08 a Boris Luis González Arena, Roberto Díaz Vázquez, Manuel Cuesta Morúa y Wilfredo Vallín, presentados como integrantes del grupo gestor #Otro18; y el 25.08 a Frank Abel García, Ángel Rodríguez y Juan Manuel Moreno, de la Comisión cubana para la defensa electoral, de la plataforma Candidato por el Cambio. Este derrotero hace suponer que el temerario Pachichi se nos ha convertido en paladín de las elecciones, pero… nos tenía una sorpresa preparada. El 31.08 cuelga un video en youtube denunciando que no se le permitió viajar a México y Miami, asegurando: “yo que pensaba que posiblemente las alecciones me iban a coger fuera, y no me iba a poder presentar”, o sea, que si las autoridades le hubiesen permitido viajar, pues adiós a lo dicho, totalmente en correspondencia con su testimonio de vida, siempre situado del lado en que se vive mejor. No sé qué pensarán sus entrevistados y quienes lo financian sobre la evidente incoherencia entre el dicho y el hecho, pero no me quedan dudas de la manera en que honraría los compromisos que pueda contraer. La estimada Vicky seguramente le espetaría: “¿Qué bolá contigo Pachichi? Quieres ser de todo, y no eres nada”. Yo sólo le preguntaría: Pachichi,pa´qué tú estás?