lunes, 11 de septiembre de 2017
“Víctima” inocente.
No me sorprendí al leer el contenido del despacho titulado “La presión de la Seguridad del Estado frustra la presentación de un candidato independiente”, crónica escrita por Roberto Suárez Ríos, para Diario de Cuba (DDC), que narra el testimonio del notorio Pachichi, el desocupado de Bauta, durante su participación en la nominación de candidatos de su Circunscripción, que ilustra un ejercicio de manipulación.
La acostumbrada presencia de las autoridades y prensa local son presentadas como “atípicas”, para concluir que “respondía al hecho de que en la asamblea se presentaría un candidato independiente”. Pero Pachichi dio una nueva sorpresa, “decidió no competir... (pues) las presiones ejercidas sobre él y sus redes de apoyo hicieron mella en su decisión inicial de representar al pueblo ante el poder”, y cual digno fanfarrón intermitente, “se lo hizo saber a los altos oficiales de la Seguridad del Estado que esa misma tarde le habían entrevistado, aunque les aseguró que en los próximos comicios la cosa podría ser diferente”.
La práctica de los vendepatrias ha sido denunciar cualquier acción real o supuesta de las autoridades, para engrosar sus expedientes de refugiado político y poder emigrar, o simplemente ser incluidos en el disentur, una suerte de agencia turística para los “disidentes”, cuyos fondos salen de los contribuyentes norteamericanos y de las arcas públicas de aliados europeos o de nuestro propio hemisferio. En esa lógica revisé sus denuncias de hostigamiento, todas divulgadas por DDC, y algún video que colgó en youtube, y se resumen en tres supuestos operativos alrededor de su vivienda, y dos “entrevistas” con oficiales de la Seguridad del Estado, una en la unidad municipal, a donde fue para conocer las causas por la que no podía viajar, y la última, que no explica por qué los buscó. En honor a la verdad no percibo la intensidad de la “presión” en sus denuncias, y ni siquiera intimidación.
Justo en el video que cuelga en youtube, el 31.08., sostiene que al no dejarle viajar la Seguridad del Estado, “ahora ya es seguro que me voy a presentar, vamos a ver entonces que se van a hacer ahora”. Con esa aseveración era lógica la expectativa de un proceder en consecuencia.
El artículo de marras genera muchas dudas, quiénes conforman sus redes de apoyo?, qué presión recibieron?, les comunicó a estos su decisión de no presentarse?, lo aceptaron?, por qué nadie lo propuso? En tono de suspenso narra que el Primer Secretario del Partido alertó de su presencia al Jefe de la Policía, ¿resultaba necesario para quien era conocido al haberlo “presionado”?
El candidato fue nominado “casi unánimemente” porque Joan Manuel Núñez Díaz no levantó su brazo, y así termina su bravuconería mediática, no sin antes destacar que “no hubo transparencia, existía un candidato independiente y producto de las presiones… no se presentó”. Lo que faltó fue valor al candidato oficialista de los enemigos de la revolución, o quizás se debe a un compromiso que contrajo con la Seguridad, porque no me queda claro ya si lo entrevistaron o dialogaron. Pachichi, ¿por qué mientes y te vendes como víctima inocente?
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