“Régimen de
Cuba asalta con extrema violencia las sedes de la UNPACU en Santiago de Cuba”, es el titular
que destacan casi todos los sitios de la contrarrevolución externa e interna,
alcanza también a periódicos digitales del sur de la Florida, y salpica al
Senado y al propio gobierno norteamericano, con mensajes de condena al hecho
por figuras ya reconocidas como sostén de los mercenarios.
La víctima más destacada es José
Daniel Ferrer, y el motivo de tan “alevoso”
actuar policial lo asocian a su “incitación pública al voto por el NO” en el
próximo referendo del 24 de febrero. Dice que fue un “espectáculo
dantesco, niños pequeños, ancianos y numerosas personas… presenciaron cómo iban
golpeando a los activistas” cuando los llevaban detenidos; pero con él se
ensañaron, como ya nos tiene acostumbrado, pues en su perorata egocéntrica
asegura haber recibido un primer puñetazo en el estómago dentro de la casa, en
el auto patrullero un segundo puñetazo en la cabeza, y en la Estación de
policía le “proyectaron la cabeza contra un mueble” varias veces. En resumen lo
molieron, como diría un amigo, durante las cinco horas que dice haber estado detenido.
Todo ocurrió el pasado 11 de febrero, y desde entonces
no aparece una imagen o un video que demuestre lo narrado, tal parece que
también decomisaron los recursos digitales de todos los habitantes en el
Reparto Altamira, de la ciudad de Santiago de Cuba; pero esta sospechosa
realidad no se toma en cuenta por los perspicaces administradores de los sitios
digitales, basta con que lo diga Ferrer García, porque encaja perfectamente en
la línea de mensaje para demonizar a la Revolución. Ante tal circunstancia, una observación: A
otro con ese cuento.
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