martes, 24 de febrero de 2015

Los 12 trabajos de Alfilerman

El guanajayense José Mojica ya tiene un sitio entre los grandes del ciclismo en el archipiélago. Esta no fue la Vuelta a Cuba tan solo por detalles, como la ausencia de pedalistas foráneos y la no inclusión de los tramos de Baracoa y Pinar del Río, pero eso no le resta méritos al campeón de esta bonita competencia.
No disminuye ni un ápice su hazaña, pues hubo de luchar no solo contra Yennier López, Joel Solenzal, Arnold Alcolea y otros 70 adversarios, sino también contra una persistente gripe e incomprensiones entre su propio equipo, que le hicieron perder la camiseta de líder en Camagüey.
Como el mítico héroe griego, hubo de realizar 12 trabajos (en este caso, 12 etapas). Desde luego, su físico dista mucho del musculoso de Hércules; por eso le llaman Alfilerman, y hasta lo disfruta: sabe que semejante paradoja entraña un reconocimiento a su fuerza y tenacidad.
Fuerza, sí, porque uno de sus trabajos fue vencer la Gran Piedra, en la segunda etapa del clásico de ciclismo Guantánamo-Habana, y destrozó un récord del colombiano Segundo Chaparro, que databa de 1984. Ese día comenzó a confiar en el triunfo: sus dotes de escalador le permitieron dominar la montaña de más de mil metros sobre el nivel del mar. Luego, el octavo trabajo, conquistar Topes de Collantes, confi rmaría cuán cerca estaba de vencer los 12 retos fijados por el dios Cronos.
Justo en el lomerío a 800 metros de altura recuperó el liderazgo de la prueba hasta entrar victorioso en La Habana. En esa fecha llovió; mas, no podía aflojar: seguro recordó cuando no cejaba en llamar la atención del equipo nacional, pese a tener ya 17 años y entrenar con botas toscas sobre su bicicleta.
Hoy Mojica es un hombre feliz… y dispuesto a superar cualquier nuevo desafío.

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