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El primero de julio del 2013 marcó un momento importante en sus
vidas, al iniciar las operaciones como socios de la cooperativa no
agropecuaria Reciclaje de Desechos Artemisa, el mismo día en que también
comenzó a funcionar la de la provincia de Mayabeque, ambas pioneras en
el país.
Solo algunos números demuestran la eficiencia de este modelo. En los
primeros seis meses, la cooperativa recuperó 795 toneladas más de
materias primas que el total del año precedente. Y qué decir de la
motivación de los trabajadores: Odalys Barbón, ganaba 148 pesos
quincenales de salario básico, ahora recibe alrededor de 3 500
mensuales, al igual que los restantes socios.
Sobre cómo fue concebida la cooperativa, comenta Orlando Falgueiras,
su presidente: “Unos meses antes, a los trabajadores de la dirección
municipal de materias primas Artemisa se nos plantea la idea de formar
parte del experimento... Se comenzó a hacer el expediente, el cual fue
aprobado, y ante el notario, nos constituimos como una nueva
organización con fines económicos y sociales, en el Mausoleo a los
Mártires, de la cabecera provincial”.
Entonces, cambiaron los términos, ahora serían socios, pero los
hombres y mujeres eran los mismos, con experiencia acumulada en la
actividad; solo debían aprender a trabajar con “nuevas herramientas”.
Orlando agrega que de esa forma, se puso en práctica lo planteado en
el Lineamiento 235 del VI Congreso del Partido, el cual hace referencia a
promover la intensificación del reciclaje y el aumento del valor
agregado de los productos recuperados.
“La Empresa Provincial de Materias Primas Artemisa-Mayabeque nos
concedió un crédito inicial para comenzar a operar, más 500 pesos que
puso cada socio, para un total de 400 000, y fuimos capaces de pagarlo
antes de noviembre del 2013.
“En los últimos seis meses de ese año
recuperamos 3 195 toneladas de materias primas, y obtuvimos una
utilidad de un millón 18 000 pesos, por lo que repartimos 20 000 por
cada socio; con el dinero restante se crearon cuentas para los distintos
objetivos de la cooperativa”.
UN SISTEMA FAVORABLE
“Disponemos
de contabilidad (antes solo se llevaban los registros primarios) y
personalidad jurídica, propias. Entre todos tomamos las decisiones de
qué hacer, se llevan las ideas a la asamblea, y pueden o no aprobarse”,
manifiesta el presidente.
“Teníamos un plan y ahora, un encargo estatal; luego de cumplir lo
contratado le vendemos a terceros los excedentes, ya sean empresas o
cuentapropistas, según la disponibilidad”, precisa.
Y poco a poco van creciendo, el año pasado alcanzaron las 4 268
toneladas, un ingreso de más de 14 millones de pesos, y las utilidades
sobrepasaron los dos millones. Cada uno recibió 31 000 pesos, excepto un
compañero que se incorporó a mediados de año, y adquirió cerca de la
mitad de esa cifra; actualmente es socio de la cooperativa.
“Cubrimos los gastos con los ingresos, y cobramos en dependencia de
lo que hagamos. Hasta ahora hemos tenido ganancias. Siempre hay
compradores, y contamos con algo básico: la materia prima”, puntualiza.
Este
año tienen la responsabilidad de entregar a la empresa, 326 toneladas
mensuales de materias primas, de 238 en las dos etapas previas, y 191 en
el 2012.
BENEFICIOS PARA CADA PARTE
A pesar
de ser pasadas las 2:00 de la tarde, pues es más frecuente que vengan
un mayor número de personas en la mañana, coincidimos con varios
artemiseños que acudían a este sitio y traían algunos de los 11 tipos de
productos recibidos en el mismo.
“Cuando tengo algunas botellas vengo, me pagan a 2.50 la de ron y
1.20 la de cerveza. Otras veces traigo laticas, unas 75 son un
kilogramo”, asegura Graciela Suárez, quien califica de buena opción la
oportunidad de tener el dinero al momento en la mano.
Inés Hayne trabaja en la caja y explica que “había un límite de
efectivo, por lo que muchos tenían que ir al banco a cobrar el cheque y
hacer otra cola. Ahora no hay límites, y todos se van contentos porque
se llevan el dinero desde aquí”.
Alrededor de 25 a 30 personas visitan a diario el establecimiento,
incluso hasta más, según comentan los socios. Domingo Lezcano traía
cinco kilogramos de aluminio y tres de cobre. “Hoy vine con poco; de vez
en cuando me llego hasta aquí, también con cobre, pues estos productos
se pagan bien”.
Mientras, Rolando Milián, salió del establecimiento con 375 pesos, pues entregó 75 kg de plástico.
El
surgimiento de la cooperativa, sin dudas, ha estimulado la recuperación
por parte de la población. Leonel García tiene 17 años y estudia en la
Facultad Obrero Campesina. “Para hoy logré reunir 83 botellas de ron y
43 de cerveza. Vengo los lunes con frascos y los martes con metales, ya
sea aluminio, bronce, cobre… Casi siempre traigo algo y así tengo un
ingreso seguro”, plantea, y aclara que “las botellas deben estar
limpiecitas”.
Odalys trabaja en el sector desde 1982, y se encarga de recibir la
materia prima. “La mayoría de los clientes son asiduos. Controlo y
fiscalizo los productos traídos, se les revisa, clasifica, pesa… Los
cuentapropistas son los que más ingresan, vienen todos los días, en el
municipio hay más de 60 recogedores de materias primas”.
Y aunque han destinado los lunes para recibir los frascos, con el fin
de poderle dedicar tiempo a revisarlos bien, pues el plan mensual es de
34 000, “al cliente no se vira, siempre se atiende, aunque vengan con
otra cosa”, apunta Odalys.
“Tanto el cobre, como el plástico y el
cartón son los que más traen, y los menos recibidos son los sacos, el
aluminio y el hierro fundido”, añade el presidente, y asevera que en el
2014 pagaron a la ONAT 952 000 pesos.
Para realizar su labor de forma integral cuentan con medios de
transporte (entre estos un tractor, un remolque y un camión), los cuales
son arrendados, al igual que el local.
De 8:00 a.m. a 4:30 p.m. es el horario laboral, pero si es necesario
siguen. Y el sábado lo dedican a la limpieza del lugar y recogen sacos
en las bodegas.
Según Orlando “las personas se tienen que sentir estimuladas; se trabaja más, pero también se gana más”.
Desde
un pequeño establecimiento, estos hombres y mujeres, recuperan valores
—tarea a la que exhortó el Che hace varias décadas—, y demuestran
constantemente que, modelos de este tipo, pueden triunfar.
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